Nunca noche tan serena
mantuvo vista pausada,
en resplandor de los cielos
mi alma fue la cautivada.
Este frenesí con luna
por su espada atravesada
derramada por mi frente,
mi verso fiel se levanta.
Y en mis ojos se ilumina,
noche integra y solitaria,
de fulgor llena luz suave
y a mi cuerpo me lo baña.
En olmo viejo respiran,
hojas azuladas brillan,
en el se duermen las auras
de todas brisas marinas.
Tal vez las musas susurran
y al desplegar-me en sus alas
mezan en blanco azahar
y entre aromas embalsaman.
En mis ojos está la oda,
y por dentro soy borrasca,
una legión de pasiones
aunadas, se me desatan.
C.ROMÁN.( © Derechos Reservados )
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