Oscura, sumida y olvidada,
como hundida los pies en arena
yace cuerpo y alma abandonada
azotada en viento de poema.
Más envuelta con manto de reyes,
frente por palabra carcomida;
esclava de sílaba con leyes
cuando alma la eleva sostenida.
Al leer, es templo en hermosura
tiende puente a mente con blasones
pues nos lleva hasta la misma hondura
de agitar cerebro y corazones.
Es soplo del aire en cierzo frío
que bramando llega silencioso
y suena a catarata de río
cuando leído, hace melodioso.
Del amor preferido, es gloría,
de la pena, es una noche umbría,
monumento se hace a la memoria
en crepúsculo de un nuevo día.
C.ROMÁN.( © Derechos Reservados )
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