Por la vereda de olvido
estás perdiendo mi nombre,
me he vuelto bruma de viento.
Con celo tu alma me esconde.
Y yo quiero ser gaviota
donde tu frente me vuele,
ser voz secreta de tarde,
balada que el cielo mueve.
Unicornio de tu ausencia
donde en tu cristal fenece,
agua clara en lejanía
donde se ahogan mis peces.
Cubrid mi cálido manto
con versos que nunca mueren
y romper con vuestro cuerno
duro tempano de nieve.
Que mi beso está aguardando
primaveras donde crecen
palmas y ramas de olivo
entre enjambres de simiente.
C.ROMÁN ( derechos de autor reservados)
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